Un peligroso asesino, Max Jenke, va a ser ejecutado en la silla eléctrica. Cuando los verdugos accionan el interruptor, Jenke sorprende a todos los presentes con su escalofriante risa. Es necesario aumentar la potencia para acabar con él. Antes de morir, se dirige al detective Lucas McCarthy, y jura que le hará la vida imposible.
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